La paradoja ESG que tiene a Musk furioso

Aquí está el giro del que nadie habla: Tesla obtiene 37/100 en las calificaciones de ESG, mientras que Philip Morris ( ya sabes, la compañía de cigarrillos ) obtiene un 84. ¿Shell y Exxon? También superando a Tesla en la tabla de clasificación de ESG.

Sí, lo leíste bien.

Musk se desahogó en Twitter sobre este circo de calificaciones, ¿y honestamente? Los datos te hacen pensar. Los fondos ESG están inundando de dinero a estas empresas “mejor calificadas”, pero la lógica parece estar al revés: el tabaco mata a millones anualmente, las compañías petroleras literalmente bombean carbono, sin embargo, de alguna manera son más “sostenibles” que el pionero de los vehículos eléctricos que realmente está construyendo el futuro del transporte.

¿Entonces, qué está pasando? Los defensores dicen que Tesla se hunde en los métricas sociales y de gobernanza a pesar de que domina en lo ambiental. Los críticos huelen algo más sospechoso: teatro de lavado verde. Empresas manipulando el sistema para aumentar puntajes, gestores de activos como BlackRock canalizando capital basado en calificaciones defectuosas, y toda una industria que se ve bien en papel pero no coincide con la realidad.

La verdadera pregunta: ¿Es la inversión ESG solo otra tendencia de inversión disfrazada de moralidad? ¿O hay una sustancia real enterrada bajo el activismo performativo?