El índice del dólar subió un 0.65% el miércoles, alcanzando un nuevo máximo en dos semanas, y ha llegado un punto de inflexión clave. La Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU. canceló la publicación de los datos de empleo de octubre, reduciendo directamente la probabilidad de recortes de tasas de la Reserva Federal en diciembre del 70% al 28%: el mercado ya ha ajustado su precio de manera agresiva.

Lo que duele más es que las últimas actas de la reunión del FOMC revelan que la "mayoría" de los funcionarios tiende a mantener las tasas de interés sin cambios antes de fin de año. Esto significa que La Reserva Federal (FED) podría realmente pausar la reducción de tasas. Además, el déficit comercial fue mejor de lo esperado (en agosto cayó a -596 mil millones de dólares), lo que da un soporte fundamental al aumento del dólar.

Efecto colateral: el euro frente al dólar cae un 0.46%, alcanzando un mínimo de 1.5 semanas; el yen está aún peor, comentarios de funcionarios del Banco de Japón son dovish + Japón va a gastar 20 billones de yenes en estímulos, el dólar-yen sube un 0.95%.

Los metales preciosos han sido doblemente golpeados: el fortalecimiento del dólar + la disminución de las expectativas de recortes de tasas han presionado tanto el oro como la plata. Aunque los bancos centrales han aumentado sus reservas de oro durante 12 meses consecutivos y la compra global en el tercer trimestre alcanzó un incremento del 28%, la presión de cierre de posiciones largas es mayor, comenzando a perder después de alcanzar un máximo en 3 años.