Las acciones de computación cuántica están absolutamente火爆. IonQ, Rigetti y D-Wave han aumentado un 90%, 1860% y 1530% en el último año, superando con creces el aumento del 20% del Nasdaq.
A primera vista, esta ola de especulación tiene sus razones: Amazon y Microsoft están integrando los chips cuánticos de estas empresas, y JPMorgan también ha anunciado inversiones en computación cuántica. Pero aquí hay una trampa gigante que casi nadie ha notado: las grandes tecnológicas ya han comenzado a fabricarlos por su cuenta.
Alphabet lanza el chip Willow, cuya velocidad de cálculo es 13000 veces la de las mejores supercomputadoras. Microsoft lanza el Majorana 1, afirmando que se expandirá a 1 millón de qubits. Estas empresas tienen grandes reservas de efectivo y, en cuanto ven una oportunidad, se lanzan a aprovecharla.
¿Una empresa puramente cuántica quiere competir con ellos? Eso es simplemente un suicidio. Aunque IonQ ha recaudado 2 mil millones de dólares, la mayoría de sus competidores aún están en la fase de quemar dinero, y no pueden competir con las grandes tecnológicas que tienen un flujo de caja constante.
En otras palabras: el socio de hoy podría ser tu sepulturero mañana. Alta valoración + presión competitiva + falta de financiación = el despegue de estas acciones cuánticas podría ser solo un destello.
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El lado oscuro de la euforia sobre las acciones cuánticas de las que nadie habla
Las acciones de computación cuántica están absolutamente火爆. IonQ, Rigetti y D-Wave han aumentado un 90%, 1860% y 1530% en el último año, superando con creces el aumento del 20% del Nasdaq.
A primera vista, esta ola de especulación tiene sus razones: Amazon y Microsoft están integrando los chips cuánticos de estas empresas, y JPMorgan también ha anunciado inversiones en computación cuántica. Pero aquí hay una trampa gigante que casi nadie ha notado: las grandes tecnológicas ya han comenzado a fabricarlos por su cuenta.
Alphabet lanza el chip Willow, cuya velocidad de cálculo es 13000 veces la de las mejores supercomputadoras. Microsoft lanza el Majorana 1, afirmando que se expandirá a 1 millón de qubits. Estas empresas tienen grandes reservas de efectivo y, en cuanto ven una oportunidad, se lanzan a aprovecharla.
¿Una empresa puramente cuántica quiere competir con ellos? Eso es simplemente un suicidio. Aunque IonQ ha recaudado 2 mil millones de dólares, la mayoría de sus competidores aún están en la fase de quemar dinero, y no pueden competir con las grandes tecnológicas que tienen un flujo de caja constante.
En otras palabras: el socio de hoy podría ser tu sepulturero mañana. Alta valoración + presión competitiva + falta de financiación = el despegue de estas acciones cuánticas podría ser solo un destello.