¿Cuánto tiempo más podrá durar la edad de oro de la ciudad león?

Ese pequeño punto rojo que vive de los ingresos del estrecho de Malaca, hoy tiene una vida no tan fácil. Durante décadas, Singapur ha sido un astuto "cobrador" — ¿Los barcos pasan por mi estrecho? Paga. ¿Transbordo de mercancías? Usa mi puerto. ¿Financiación empresarial? Ven a mi centro financiero. Este enfoque le ha permitido ganar mucho dinero.

Pero surge el problema.

La ruta del Ártico se ha abierto, el tren de carga China-Europa ha comenzado a operar y el puerto de Gwadar también está en auge. Los productos que antes debían pasar por Singapur ahora tienen otras opciones. El volumen de carga de los puertos sigue creciendo, pero la tasa de crecimiento se ha desacelerado claramente, y el valor estratégico se está diluyendo.

La manufactura se ha vuelto más complicada. Los chips y productos electrónicos solían ser la especialidad de Singapur, pero ahora nombres como SMIC, Yangtze Memory Technologies y el Parque de Chips de Lingang están ganando cada vez más notoriedad. Los datos no mienten: la proporción de inversión en manufactura extranjera que se dirige hacia esos lugares es 17 puntos porcentuales más alta que la que va hacia Singapur. Las líneas de producción de las empresas multinacionales se están trasladando silenciosamente hacia el norte.

El pastel financiero también se está dividiendo. El sistema de pago transfronterizo en renminbi se ha ampliado, el financiamiento del proyecto "Belt and Road" ha eludido los centros financieros tradicionales, y las políticas de incentivos fiscales también están atrayendo el retorno de capital. La orgullosa posición de Singapur como centro financiero enfrenta una competencia sin precedentes.

¿Qué es lo más crítico? La gente está aprendiendo tus trucos, y lo está haciendo muy rápido.

Suzhou Industrial Park, Qianhai en Shenzhen: estos lugares están replicando el modelo de desarrollo de "pequeños países, grandes ciudades", pero con una escala mayor, un territorio más amplio y un apoyo político más fuerte. El centro de la cadena industrial global se está moviendo hacia el este, los nodos de la red comercial se están reestructurando, y el antiguo modelo de "economía de sorber" de Singapur (absorber el dinero global hacia su propio plato) está fallando.

Peor aún, esta ciudad-estado casi no tiene escapatoria. El agua dulce depende de las importaciones, los alimentos dependen de las importaciones, e incluso la arena y la grava para la construcción tienen que ser traídas de afuera. La globalización le dio una oportunidad, pero una vez que sople el viento en contra de la desglobalización, ¿dónde podrá refugiarse?

Las reglas del juego de la geoeconomía están siendo reescritas. La joya regional de antes ahora debe pensar bien en cuál será su próximo paso.