La inteligencia artificial está remodelando la forma en que interpretamos las señales económicas tradicionales. El cobre, que ha sido considerado durante mucho tiempo como un indicador confiable de la salud económica global, puede estar perdiendo su poder predictivo en la era de la inteligencia artificial. ¿Por qué? Los patrones de demanda del metal están cambiando a medida que los centros de datos y la infraestructura de IA consumen enormes cantidades, lo que puede distorsionar su correlación histórica con los ciclos económicos más amplios.

Mientras tanto, los mercados italianos están alcanzando nuevos picos, un desarrollo que vale la pena observar mientras las economías europeas navegan por esta transformación impulsada por la tecnología. ¿Estamos presenciando un cambio fundamental en la forma en que medimos el impulso económico?

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