Aquí está lo que la mayoría de las plataformas todavía no entienden: nunca realmente posees los ingresos que ayudas a generar.

¿Yield farming? ¿Recompensas por staking? ¿Quemas de tokens? Claro, suenan bien en papel. Pueden aumentar tus ganancias a corto plazo. Pero seamos realistas: todos son solo beneficios indirectos. No estás obteniendo realmente una parte de lo que la plataforma genera.

Ahí es donde el modelo Glyde cambia las reglas del juego. Cada dólar que la plataforma gana se rastrea en la cadena. No hay hojas de cálculo ocultas, ni contabilidad de "confía en mí, amigo". Y aquí está la sorpresa: esos ingresos se venden directamente de vuelta a los usuarios que los generaron en primer lugar.

No a los VCs. No a las carteras del equipo. A ti.

Es una idea simple que de alguna manera nadie más ha concretado: la verdadera propiedad significa que te pagan por lo que creas. Todo lo demás es solo contabilidad creativa disfrazada de tokenómica.